Mitos y realidades de la ganadería sostenible
La importancia social y económica de la ganadería bovina es indudable. A nivel mundial, esta actividad involucra a unos 1.300 millones de productores y minoristas y contribuye con el 40-50 % del producto interno bruto (PIB) agrícola (FAO, 2018).
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Estados Unidos es el mayor productor de carne de res en el mundo (20 %),seguido de Brasil (15 %) y la Unión Europea (13 %); entre los tres producen aproximadamente el 48 % dela carne vacuna mundial. Paraguay se encuentra en el puesto 15 de esta clasificación al producir el 0.91% (550.000 Tm) (USDA, 2020).
Con respecto al consumo, en 2018 Estados Unidos fue el mayor consumidor de carne de res en el mundo, seguido de China y Brasil. En ese año, la población mundial consumió 60,9 millones de toneladas métricas de carne, de las cuales 12 países consumieron más de un millón.
Durante décadas, el debate en el sector ganadero se ha centrado en cómo producir más con menos para alimentar a 9.800 millones de personas en 2050. El futuro ofrece inmensas oportunidades para el sector ganadero, el cual desempeña un papel clave en el mejoramiento de la vida de millones de personas.
Conclusiones
Estas reflexiones buscan destacar las buenas prácticas y evidenciar que las formas alternativas de ganadería sostenible son posibles y están en marcha. La ganadería sostenible busca desarrollar e implementar estrategias de intensificación productiva y responsabilidad ambiental para demostrar que en el trópico los forrajes mejorados pueden llevar a la intensificación sostenible de sistemas de producción mixta. Estos sistemas integran forrajes y cultivos o árboles para producir múltiples beneficios sociales, económicos y ambientales.
La intensificación sostenible no solo incrementa la productividad de los sistemas basados en forrajes, sino también genera una diversidad de servicios ecosistémicos, como el mejoramiento de la calidad del suelo, la reducción de la erosión y la sedimentación y la mitigación de las emisiones.
Estas buenas prácticas ganaderas, que incluyen el manejo adecuado de suelos, pastos, suplementos, animales, maquinaria, personal y tecnologías asociadas, representan formas seguras de incrementar la productividad y reducir los impactos ambientales de la ganadería.
La sostenibilidad no es un destino, es un viaje continuo que realiza cada generación de productores ganaderos responsables de la cría de animales y el suministro de carne en todo el mundo. Para la comunidad productora de carne vacuna, la sostenibilidad comprende mucho más que las consideraciones ambientales. Hoy en día, la actividad ganadera es una fuente de alimentos sostenibles que equilibra la producción eficiente con los impactos ambientales, sociales y económicos, un parámetro que rige el desarrollo de la ganadería del presente.
Fuente: adaptado en base al trabajo de Juan Fernando Naranjo-Ramírez y Jhon Didier Ruiz-Buitrago. Universidad CES. Medellín, Colombia. (2020). Ciencia y Tecnología Agropecuaria, 21(3), e1524. https://doi.org/10.21930/rcta.vol21_num3_art:1524